lunes, 7 de julio de 2014

Poema de circumstància amb nen malalt o Insomni de pare solter on cristo va perdre l'espardenya

La tempesta lluny.
Llamp mut de tan distant i l'aire topall de vidre cansat plora
com plora el cos l'amor perdut en brams d'esperma i suor d'amants amb qui el llagrimal ja no debat.

Res és sinó carícia en salt d'aigua, abraçada desfermada i bes de fogots tebis.

Tot més expert i millor
                                      però sense.

No compta el vers ni la mentida de poeta: tens l'escalf del fill que t'importa, la febrada innocent de nen que no sap regatejar-te l'amor.

No hi ha vol a l'estómac sinó oruga; papallona d'un dia contra l'aire topall de vidre cansat.

Tot
a no ser que hi siguis.
Més enllà de la tempesta o allí on cau el llamp, muda de tan distant.

Encara.

sábado, 24 de mayo de 2014

Poema fatuo LX

Nieveniebla fuera. Nieveniebla dentro.
Y lo más trepidante la tinta garfeando el blanco.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Poema fatu LIX

Lo fotut és que quan haguem après a conduir això dels anys i les hores i el pas de les estacions faltarà poc per acabar la cursa.

lunes, 3 de marzo de 2014

Poema fatuo LVIII

El generalismo es una disciplina específica crucial dentro de la especialización del conocimiento humano.

viernes, 17 de enero de 2014

Poema fatuo LVII

Estar enamorado es pura sinécdoque.

martes, 17 de diciembre de 2013

Zenobia

La táctica era ruin y rastrera. No en balde fue Gengis Khan el primero en ponerla en práctica, el más sucio e innoble de los grandes estrategas: la falsa retirada. Común en tantas otras hasta lo abúlico y directamente proporcional a la vanidad humana; a mi edad había aprendido, por fin, a no correr detrás de falda alguna. Pero ella se fue sin más, se fue yéndose mirando atrás, se fue yéndose de verdad, dando por sentado el error inherente a toda renuncia. Porque no hubo pelea nunca, todo fue tan, tan, tan hasta entonces y que dos no se pelearán si uno no quiere fue su magistral argumentario. Y no queríamos no, ni ella ni yo. Ella se fue y la hubiera perseguido, a ella sí, puño en alto clamando desaire, pasión irrefrenable o victimismo; llanto, Werther o derecho ley. A ella sí perseguido... pero sabía el absurdo, que a mi edad había aprendido, por fin, que dos no se aman si uno no quiere. No era un Gengis Khan cualquiera, como tantas otras hasta lo abúlico. Era noble reina de Palmira, amante vera de sus amantes y su retirada, un auténtico acto de amor a sus gentes como sólo los nobles saben.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Poema fatuo LVI

De tanto porme en la piel del otro olvidé vestir la mía.