1. Se trata de un movimiento político sin solidez.
Se trata de un movimiento poético, no político. Eso se traduce en dos factores importantes a tener en cuenta: a) la disparidad de mensajes que pueden leerse sólo son versos diversos de una misma canción colectiva y polifónica de pure anger que hay que saber escuchar entera. b) no emergen propuestas políticas concretas y sólidas ni deben emerger, sinó propuestas de caminos a seguir, como la reforma de la ley electoral, la revisión de la constitución, la creación de leyes de transparencia financiera y política o la separación efectiva de los poderes fundamentales (incluida la prensa). El movimiento reconoce que son los expertos en las diversas materias los que deben gozar de autoridad y que unas instituciones dotadas con buenos mecanismos de representatividad son necesarios para conducir estos procesos. Por todo ello el título de esta canción es "REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA Y RE-EVOLUCIÓN". Un proceso necesario que debe emprenderse transversalemente por parte de toda la sociedad en su conjunto y debe permitir que los primeros recuperen la dignidad y la voz y que las segundas vuelvan a ser operativas y catalizadoras del diálogo social y el gobierno del pueblo desde el pueblo y para el pueblo.
2. Se trata de un movimiento de jóvenes que están realizando su ritual de paso político generacional.
Se trata de un movimento intergeneracional como demuestran las fotografías de las manifestaciones, los nombres de los articulistas, los ponentes y todos aquellos que han parado su atención en él. A favor o en contra de las corrientes, se forma parte del mismo río.
3. Se trata de un movimiento que no es consciente del trabajo de lucha por la justicia social realizado hasta ahora.
Por el contrario, asociaciones de vecinos, asociaciones por los derechos humanos, ecologistas, feministas y sindicatos, pero también Ampas, redes de caridad de religiones diversas, asociaciones de autónomos y pequeños empresarios han dado su apoyo al movimiento y han invitado a sus miembros a participar desde su condición de ciudadanos.
4. Se trata de un movimiento de izquierdas, antisistema, antiglobalizador o anarquista.
Por supuesto entre la masa hay gente que puede declararse lo que crea conveniente a título personal. Pero baste recordar que algunas de las más grandes fortunas de este país han dado su apoyo al quejido general, que muchos pequeños empresarios también han salido a la calle, que las críticas tendenciosas, descerebradas, violentas y execrables por destructivas y difamatorias han venido tanto de los periódicos radicales de derechas como la Razón, como de los radicales de izquierdas, como el Avui. Recordar que uno de los lemas más gritados ayer era este: "-¿Dónde está la izquierda? -Al fondo a la derecha." En referencia a la falta de distinción ideológica y programática entre los diversos partidos que conforman el arco parlamentario. Entre los hartos: gente de izquierdas, de derechas, de arribas y de abajos.
5. Se trata de un movimiento hispanista que no es sensible a la idiosincracia catalana.
Se trata de un movimiento global de la ciudadanía. En plaza Catalunya la marcha de ayer empezó con la Estaca de Lluis Llach sonando a todo volumen y los lemas fueron coreados en catalán y en castellano indistintamente, reflejando la realidad social del país, guste o no guste. Es lógico que tratándose de un movimiento poético y no político desde el primer momento se haya intentado de forma consensuada y espontánea, eliminar toda simbología política, tanto la comunista, como la fascista, como la anarquista o de los diversos partidos políticos. Así también las esteladas independentistas. Eso no implica que a título individual hayan aparecido aquí y allí esos símbolos, pero, recordémoslo, sólo son versos sueltos de esa canción colectiva, que es lo que debe ser escuchado. No tiene más ni menos importancia su aparición o no aparición.
6. El fin abrupto o el colapso del capitalismo tal como lo entendemos llevará a catástrofe.
Serán los economistas quienes argumenten si esto es así o no, pero en todo caso la catástrofe sería vista desde el status quo estructural actual, no desde un punto de vista humanista. Lo que está claro es que, haya colapso del modelo económico actual o no, el mismo no nos conduce a un mundo más justo sinó a un mundo poblado de más angustias, tanto para el que no tiene como para el que acumula el capital. Existen multitud de modelos diversos que están preparados y que han emergido a raiz del ensayo error que supone este fracaso en la organización económica de los pueblos. Por lo tanto, no debemos tener miedo al cambio. Debemos confiar en que entre todos, a través de una democracia saneada y más democrática que hasta ahora, lo podemos hacer todavía mejor y que no necesitamos caudillos atrincherados en empresas privadas de agorería financiera para gobernarnos, ni a nivel local ni a nivel global.
7. El movimiento no tiene representantes.
El movimiento no tiene líderes, ni gurús y hasta las asambleas y lo que allí se dirime y decide debe quedar en entredicho en la medida en que se trata sólo de una cara más de una realidad social compleja y poliédrica. Cualquiera que coja un micro, una pancarta, escriba un artículo o comparta un enlace en facebook se convierte con ese gesto en representante de sí mismo y del movimiento como integrante y con-formador de la queja general. Expondrá sus motivos para expresar su hartazgo y reclamar ese proceso de regeneración democrática. Dará sus razones con sus palabras y su imagen a título individual y estará representando el movimento en la misma medida que lo integra y lo hace crecer con ese mismo gesto. Hablamos de caminos, decimos cada uno a su manera que por el camino de la injusticia, la pobreza, la deuda exponencial, el freno a las libertades, el enfrentamiento frontal y el deterioro de la cohesión social no podemos seguir. Que con una democracia refundada y con unas instituciones colectivas fortalecidas, participativas, representativas y transparentes andaremos juntos mucho mejor que hasta ahora. Luego, cada uno tendrá sus destinos favoritos, pero para discutir eso primero habrá que levantar el chiringuito y empezar a andar de nuevo, precisamente para poder hacerlo y salir del enquistamiento en que estamos instalados política y económicamente.
Se trata de un movimiento poético, no político. Eso se traduce en dos factores importantes a tener en cuenta: a) la disparidad de mensajes que pueden leerse sólo son versos diversos de una misma canción colectiva y polifónica de pure anger que hay que saber escuchar entera. b) no emergen propuestas políticas concretas y sólidas ni deben emerger, sinó propuestas de caminos a seguir, como la reforma de la ley electoral, la revisión de la constitución, la creación de leyes de transparencia financiera y política o la separación efectiva de los poderes fundamentales (incluida la prensa). El movimiento reconoce que son los expertos en las diversas materias los que deben gozar de autoridad y que unas instituciones dotadas con buenos mecanismos de representatividad son necesarios para conducir estos procesos. Por todo ello el título de esta canción es "REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA Y RE-EVOLUCIÓN". Un proceso necesario que debe emprenderse transversalemente por parte de toda la sociedad en su conjunto y debe permitir que los primeros recuperen la dignidad y la voz y que las segundas vuelvan a ser operativas y catalizadoras del diálogo social y el gobierno del pueblo desde el pueblo y para el pueblo.
2. Se trata de un movimiento de jóvenes que están realizando su ritual de paso político generacional.
Se trata de un movimento intergeneracional como demuestran las fotografías de las manifestaciones, los nombres de los articulistas, los ponentes y todos aquellos que han parado su atención en él. A favor o en contra de las corrientes, se forma parte del mismo río.
3. Se trata de un movimiento que no es consciente del trabajo de lucha por la justicia social realizado hasta ahora.
Por el contrario, asociaciones de vecinos, asociaciones por los derechos humanos, ecologistas, feministas y sindicatos, pero también Ampas, redes de caridad de religiones diversas, asociaciones de autónomos y pequeños empresarios han dado su apoyo al movimiento y han invitado a sus miembros a participar desde su condición de ciudadanos.
4. Se trata de un movimiento de izquierdas, antisistema, antiglobalizador o anarquista.
Por supuesto entre la masa hay gente que puede declararse lo que crea conveniente a título personal. Pero baste recordar que algunas de las más grandes fortunas de este país han dado su apoyo al quejido general, que muchos pequeños empresarios también han salido a la calle, que las críticas tendenciosas, descerebradas, violentas y execrables por destructivas y difamatorias han venido tanto de los periódicos radicales de derechas como la Razón, como de los radicales de izquierdas, como el Avui. Recordar que uno de los lemas más gritados ayer era este: "-¿Dónde está la izquierda? -Al fondo a la derecha." En referencia a la falta de distinción ideológica y programática entre los diversos partidos que conforman el arco parlamentario. Entre los hartos: gente de izquierdas, de derechas, de arribas y de abajos.
5. Se trata de un movimiento hispanista que no es sensible a la idiosincracia catalana.
Se trata de un movimiento global de la ciudadanía. En plaza Catalunya la marcha de ayer empezó con la Estaca de Lluis Llach sonando a todo volumen y los lemas fueron coreados en catalán y en castellano indistintamente, reflejando la realidad social del país, guste o no guste. Es lógico que tratándose de un movimiento poético y no político desde el primer momento se haya intentado de forma consensuada y espontánea, eliminar toda simbología política, tanto la comunista, como la fascista, como la anarquista o de los diversos partidos políticos. Así también las esteladas independentistas. Eso no implica que a título individual hayan aparecido aquí y allí esos símbolos, pero, recordémoslo, sólo son versos sueltos de esa canción colectiva, que es lo que debe ser escuchado. No tiene más ni menos importancia su aparición o no aparición.
6. El fin abrupto o el colapso del capitalismo tal como lo entendemos llevará a catástrofe.
Serán los economistas quienes argumenten si esto es así o no, pero en todo caso la catástrofe sería vista desde el status quo estructural actual, no desde un punto de vista humanista. Lo que está claro es que, haya colapso del modelo económico actual o no, el mismo no nos conduce a un mundo más justo sinó a un mundo poblado de más angustias, tanto para el que no tiene como para el que acumula el capital. Existen multitud de modelos diversos que están preparados y que han emergido a raiz del ensayo error que supone este fracaso en la organización económica de los pueblos. Por lo tanto, no debemos tener miedo al cambio. Debemos confiar en que entre todos, a través de una democracia saneada y más democrática que hasta ahora, lo podemos hacer todavía mejor y que no necesitamos caudillos atrincherados en empresas privadas de agorería financiera para gobernarnos, ni a nivel local ni a nivel global.
7. El movimiento no tiene representantes.
El movimiento no tiene líderes, ni gurús y hasta las asambleas y lo que allí se dirime y decide debe quedar en entredicho en la medida en que se trata sólo de una cara más de una realidad social compleja y poliédrica. Cualquiera que coja un micro, una pancarta, escriba un artículo o comparta un enlace en facebook se convierte con ese gesto en representante de sí mismo y del movimiento como integrante y con-formador de la queja general. Expondrá sus motivos para expresar su hartazgo y reclamar ese proceso de regeneración democrática. Dará sus razones con sus palabras y su imagen a título individual y estará representando el movimento en la misma medida que lo integra y lo hace crecer con ese mismo gesto. Hablamos de caminos, decimos cada uno a su manera que por el camino de la injusticia, la pobreza, la deuda exponencial, el freno a las libertades, el enfrentamiento frontal y el deterioro de la cohesión social no podemos seguir. Que con una democracia refundada y con unas instituciones colectivas fortalecidas, participativas, representativas y transparentes andaremos juntos mucho mejor que hasta ahora. Luego, cada uno tendrá sus destinos favoritos, pero para discutir eso primero habrá que levantar el chiringuito y empezar a andar de nuevo, precisamente para poder hacerlo y salir del enquistamiento en que estamos instalados política y económicamente.