No hace tanto tiempo que fue impreso si lo comparamos con el que ha pasado desde que apareciera la primera edición de las Tres musas últimas castellanas, menos todavía si hablamos del manuscrito del Cantar de Mío Cid. Pero desengañémonos, nadie espera que los libros de texto lleguen nunca al rango de clásicos. Aunque por lo menos, algunos, bien podrían conservar su vigencia más de un curso o, ¿por qué no?, algunos lustros. Como este libro de texto de José Manuel Blecua para 2º de BUP.
Podría actualizarse. Podría encargarse de ello otro gran catedrático o la Real Academia Española o un senedrín de profesores veteranos que aportaran los mejores métodos didácticos para cada cuestión a enseñar. Podría pasar que el libro de texto fuera un poso donde, año tras año, sedimentaran las mejores experiencias de los mejores profesores y pedagogos, una gran obra colectiva del profesorado más veterano, algo de lo que el común de la sociedad pudiera estar orgulloso y sentirse suyo, algo vivo y monumental a la vez, algo sabio.
Pero no. La industria editorial manda. Y en la industria de hoy imperan patrones tan repugnantes como el cálculo de la obsolescencia de los productos. Yo me pregunto cuánto habrá caducado El libro de buen amor en un solo curso, qué se habrá estropeado en él para que lo que ayer decía el texto ya no sea lo que diga hoy.
Podría aducirse a favor de la depravada renovación anual de los libros de texto, que la investigación revisa los postulados, que conviene estar a la última. Pero todos sabemos que esto no es así, que son uno o dos profesores de secundaria quienes redactan por encargo los libros partiendo de cero, una y otra vez, so pretexto de hacerlos más accesibles al alumnado y adecuarlos al plan de estudios. Han llegado a hacerlos tan "atractivos" que antes encontraremos una caricatura a media página de Quevedo que un par de sonetos suyos o una triste mención a su bibliografía entera.
Las obras de Blecua, Vilanova, Vernet, Alonso, Riquer et altri siguen siendo los sancta sanctorum de sus respectivas disciplinas filológias. ¿Por qué ya no nos sirven sus libros de texto? O por lo menos, ¿por qué no partimos de esa base para hacer libros de texto que no caduquen más rápido que el yogurt?
Podría actualizarse. Podría encargarse de ello otro gran catedrático o la Real Academia Española o un senedrín de profesores veteranos que aportaran los mejores métodos didácticos para cada cuestión a enseñar. Podría pasar que el libro de texto fuera un poso donde, año tras año, sedimentaran las mejores experiencias de los mejores profesores y pedagogos, una gran obra colectiva del profesorado más veterano, algo de lo que el común de la sociedad pudiera estar orgulloso y sentirse suyo, algo vivo y monumental a la vez, algo sabio.
Pero no. La industria editorial manda. Y en la industria de hoy imperan patrones tan repugnantes como el cálculo de la obsolescencia de los productos. Yo me pregunto cuánto habrá caducado El libro de buen amor en un solo curso, qué se habrá estropeado en él para que lo que ayer decía el texto ya no sea lo que diga hoy.
Podría aducirse a favor de la depravada renovación anual de los libros de texto, que la investigación revisa los postulados, que conviene estar a la última. Pero todos sabemos que esto no es así, que son uno o dos profesores de secundaria quienes redactan por encargo los libros partiendo de cero, una y otra vez, so pretexto de hacerlos más accesibles al alumnado y adecuarlos al plan de estudios. Han llegado a hacerlos tan "atractivos" que antes encontraremos una caricatura a media página de Quevedo que un par de sonetos suyos o una triste mención a su bibliografía entera.
Las obras de Blecua, Vilanova, Vernet, Alonso, Riquer et altri siguen siendo los sancta sanctorum de sus respectivas disciplinas filológias. ¿Por qué ya no nos sirven sus libros de texto? O por lo menos, ¿por qué no partimos de esa base para hacer libros de texto que no caduquen más rápido que el yogurt?
1 comentario:
Excelente reflexión, limpiachimeneas. Actualmente, tiene más sentido usar la wikipedia como libro de texto online escolar que esos aberrantes libricos finos que insultan a la inteligencia humana, tratan a los niños como subnormales profundos y desaniman a los profesores con vocación.
Publicar un comentario